viernes, 11 de noviembre de 2011

“ROUSSEAU Y SUS APORTACIONES PEDAGÓGICAS EN EL SIGLO DE LAS LUCES”


INTRODUCCIÓN.
El ser humano a través del largo proceso de su evolución o mejor conocida como historia del hombre, ha afrontado varios retos algunos circunstanciales u otros provocados por el mismo proceso. Desde la prehistoria el hombre se enfrento a diferentes hazañas o dificultades, (Dependiendo el punto de vista de cada individuo), que van desde la forma en como conseguir el alimento, hasta la manera de protegerse y comunicarse con sus semejantes. Por que se dio cuenta que en base a las experiencias vividas tendría que aplicar o llevar acabo ciertas acciones en determinados momentos, por ejemplo, al percatarse que el cielo se cubría de nubes, le indicaba que pronto llovería y que por lo tanto debería de buscar refugio para atajarse de la lluvia, debió de diseñar palos con punta para poder matar a los animales que le servían como alimento para subsistir y descubrió que la piel de dichos animales le servía para cubrirse del frio.
Ante tales circunstancias el hombre se vio en la necesidad de "guiar, conducir" o "formar, instruir"[1] así mismo o hacia sus semejantes, a esto se le denomina Educación del latín “educere” o “educare”[2], que significa todos los términos antes mencionados. A partir de ese momento que el hombre empieza a transmitir sus conocimientos o a educar a sus semejantes, y es ahí en donde inicia la difícil tarea de educar y ser educado.
Se dio cuenta que en la forma en que transmitía sus experiencias no era efectiva para todos sus semejantes, por lo cual empezó a pensar, analizar y estudiar por que el resultado no era el mismo en todos los individuos, entonces elabora diferentes estrategias de enseñanza para posteriormente convertirse en teorías de la educación, que sin duda alguna ayudaron en el desarrollo de un mejor proceso de enseñanza-aprendizaje.
Todo este cumulo de experiencias vividas, o lo que llamaría Rousseau, “Educación Natural” (que en líneas mas adelante hablaremos sobre este autor), le ha servido al hombre para sobrevivir a través del tiempo, o por los menos en cierta etapa de su evolución.
Uno de los personajes importantes dentro de la educación y que sin duda alguna hizo grandes aportes a la misma fue Juan Jacobo Rousseau, que a través de este escrito abordaremos la época en que vivió, sus aportes y su impacto en la educación y si es que aun en la actualidad sus aportes tienen aun vigencia.

“ROUSSEAU Y SUS APORTACIONES PEDAGÓGICAS EN EL SIGLO DE LAS LUCES”
Juan Jacobo Rousseau, Filósofo suizo, ilustrado y romántico, nacido en Ginebra (1712-1778). Su madre, Suzanne Bernard, muere a los pocos días de haber dado a luz, y su padre, Isaac Rousseau, le educa en casa leyendo con él novelas sentimentales y las Vidas de Plutarco, pero cuando por causa de un duelo se ve obligado a exiliarse de Ginebra para evitar la cárcel, abandona al pequeño Jean-Jacques de diez años de edad, que es acogido por su tío y enviado a vivir a pensión, junto con su propio hijo, en casa de un clérigo, donde recibe por primera vez una cierta educación escolar. Vuelto a Ginebra, entra a trabajar como aprendiz de escribano y de grabador. Cuatro años más tarde, en 1728, abandona su casa y Ginebra, tras llegar tarde a la ciudad y ver de lejos cómo se le cierran las puertas, y a sus dieciséis años se lanza al mundo aventuradamente.
Rousseau le toco vivir en el siglo XVIII, caracterizado por el creciente movimiento cultural de la ilustración o época de las luces, distinguida por la supremacía de la Razón. La razón es para los simpatizantes de este movimiento, el único instrumento por el cual se puede llegar a la verdad y por lo tanto al conocimiento, todo aquello que no esta dentro de la razón y no tiene alguna explicación simplemente no es aceptado por este movimiento, “es por ello que la metafísica de la realidad y del espíritu humano, la trascendencia religiosa y todo lo que ella implica, deja de ser problemas que deben reconocerse o escrutarse por la ilustración y se convierten en puras supersticiones”[3]
Este movimiento cultural surge en Francia en el siglo antes mencionado, y se extiende a lo largo de Europa, es impulsado principalmente por la burguesía en su lucha contra la nobleza y el absolutismo.
Rousseau participó también activamente en el movimiento renovador de la Ilustración, movimiento intelectual que influyó decisivamente en la Revolución Norteamericana de 1776 (o Guerra de Independencia), la Revolución Francesa de 1789, las guerras de Independencia de Latinoamérica y las revoluciones nacionales que sacudieron Europa durante el siglo XIX.
Las características de la ilustración son las siguientes:
Racionalismo, esto es que el hombre puede comprender y entender todo gracias a su inteligencia natural, sólo es real lo que puede ser entendido por la razón. Aquello que no sea racional debe ser rechazado como falso e inútil.

Podemos citar a Isaac Newton (1642-1727), en sus “principios matemáticos de la filosofía natural” (1687)[4], donde propone no partir de de principios generales para llegar a hechos de los que aquellos son las manifestaciones o la conformación. Si no que parte del conocimiento de los hechos individuales, entregados por la experiencia, para llegar gradualmente a las causas primeras y los elementos últimos de los hechos mismos.
Esto quiere decir que el conocimiento es algo innato en el ser humano que todo ser humano puede y esta capacitado por aprender por el mismo en base a las experiencias vividas, que no tiene que idealizar utopías o fantasías para poder explicar acontecimientos, fenómenos o situaciones, sino que toda verdad y todo conocimiento se encuentra con el uso de la razón, en su caso Newton lo hacia ver con la aplicación de sus formulas matemáticas para explicar  el por que de algunas situaciones naturales como lo fue la caída de los cuerpos, los cuerpos celestes y las mareas.
         La búsqueda de la Felicidad es otra característica de la ilustración, menciona que la naturaleza a creado al hombre para que sea feliz, y esta felicidad la encontrara a tevés de la libertad y la igualdad que desarrollo primero en su persona y después entre sus semejantes, esto a través de la practica del bien por medio de los valores o tan bien llamada vida moral, la cual también recae en la religión el conocimiento o arraigo de dichos valores.
         Según Samuel Clarke (1675-1729), La esencia de Dios es el bien y su potencia es una potencia difusora del bien. La vida religiosa se identifica con el reconocimiento del orden moral del mundo, y este orden moral se conoce como estrictamente racional.
         La siguiente característica es creencia en la bondad natural del hombre, los filósofos de este movimiento piensan que el hombre es bueno por naturaleza. Antonio Ashley Cooper (1617-1713), expone a través de sus obras en concepto de mundo, donde la belleza, verdad y la bondad se identifica, donde la belleza no es mas que un orden que al mismo tiempo es la verdad y el bien. Pero menciona otro aspecto importante, el cual es la virtud la cual define como un noble entusiasmo bien dirigido y regulado por el cual el hombre actuar libremente para estar en armonía.
Pero esta concepción contrasta por la hecha con la ética de Bernardo de Mandeville (1670-1733), donde niega que el hombre tenga tendencias a provocar el bien, si no todo lo contrario lo describe como un ser ambicioso, ávido y egoísta, que precisamente estas características hacían que el hombre progresara en el ámbito económico y social.
Sin duda alguna los criterios de estos filósofos nos hacen pensar sobre realmente cual es la naturaleza del ser humano si es el provocar el bien o el mal en ciertos aspectos de su vida, hablar de la naturaleza del hombre es algo muy complejo donde a mi parecer intervienen muchos factores, genéticos, emocionales, educación, creencias, valores, experiencias pasadas y desde luego el entorno, los cuales son determinantes a mi parecer para influir en la naturaleza del hombre hacia un bien o hacia un mal, y es justamente la educación la que tiene como objetivo a demás de transmitir el conocimiento la de formar personas con valores y capaces de convivir con sus semejantes para aplicar el sentido moral del que habla Francisco Hutcheson (1694- 1746), “quien lo define como la vida moral que concierne a las relaciones entre los hombres, en el sentido moral es en lo esencial apreciación de la armonía que existe o debería existir entre los hombres y se concreta en la benevolencia”.[5]
Pero aquí me surge una disyuntiva que quisiera expresar…¿hasta que punto se considera maldad cuando aun hombre por instinto o por reacción a una agresión lo hacen tomar decisiones o actitudes que se consideran de maldad?... si en una situación que pone en peligro su integridad, lo hace tomar una actitud de maldad ¿se puede decir que es ahí donde surge hasta cierto punto la naturaleza de maldad del hombre?... sin duda alguna son interrogantes que cada lector tendrá su punto de vista pero que sin duda el debate de las mismas nos harán llegar una conclusión democrática, pero esto será parte de otro escrito.
Otra característica es el optimismo, El hombre del siglo XVIII piensa que la naturaleza es una especie de máquina perfecta que lo hace todo bien.; hay motivos, por tanto, para sentirse optimista. Por otro lado, se considera que la historia supone la evolución progresiva de la humanidad, es decir, que el hombre con el transcurso de los siglos se va perfeccionando continuamente; así llegará el momento en que se logrará construir la sociedad perfecta, una especie de paraíso en la tierra.
La última característica de este movimiento cultural es el laicismo, los ilustrados nunca hablan de caridad (amor al prójimo por amor a Dios), sino que emplean la palabra filantropía (amor al hombre por el hombre mismo). Reconocen que hay un Dios pero que este no tiene potestad sobre los valores o esencias, debido a que no puede hacer que el bien sea el mal y viceversa.
Recordemos que según este movimiento cultural como se menciono en líneas anteriores la naturaleza del ser humano es hacer el bien y si hace el bien por el llamado sentido moral, podrá encontrar la felicidad en su interior como en su exterior, siempre llevando como bandera la racionalidad, todo aquello que esta en la razón y se puede explicar es conocimiento.
En cuanto a la educación durante esa época en Francia, solo la burguesía era la que tenia mejor y mayor accesibilidad para la misma, la educación elemental tenia un gran rezago, el interés era casi nulo en ella, puesto que las prioridades de las familias no era precisamente el de mandar a sus hijos a la escuela, si no mas bien que estos aprendieran algún oficio para poder contribuir de alguna manera con los gastos de la familia, el leer y escribir pasaban a segundo plano, es verdad que algunos de la clase baja contaban con estas habilidades y que a cambio de una remuneración les enseñaban a los mas pequeños a leer y a escribir, pero esto no  garantizaba que el niño pudiera ingresar a niveles educativos posteriores debido a que este tipo de educación no era muy efectiva, además de que el costo económico para ingresar a un nivel superior de educación era muy elevado para esta clase trabajadora, para algunos como Renato de la Chalotais (1701- 1785),criticaba a las escuelas cristianas que pretendían enseñar a leer y a escribir a los pobres, para el no necesitaban mas que aprender que el manejo de la lima y el cincel.
Observamos que la educación, no siempre llegaba a todos los individuos sino que hasta cierto punto era un privilegio que solo podía tener acceso la clase burguesa de la época, provocando un gran rezago educativo no tan solo en Francia o Europa si no en el mundo entero, donde la hegemonía del poder político controlado por la burguesía, sometía o sigue sometiendo (aunque en la actualidad se tiene mas accesibilidad a la educación), a la clase menos afortunada, ya que si a dicha clase se le mantenía en la ignorancia y alejada de todo cocimiento, ya que sólo así podía someter a dicha clase a su merced.
 “Un pueblo que no esta educado es un pueblo que esta en manos de la esclavitud”[6]
         Es verdad que hoy día hay más accesibilidad o mayor cobertura de educación en la mayor parte del mundo, pero vemos con tristeza que la educación de calidad, se imparte en las escuelas que son privadas, las cuales cuentan con mejor equipo, con mejores convenios y en algunas veces con buenos docentes, (aunque  no necesariamente con los mejores estudiantes), dando como resultado que la mayoría de sus egresados puedan aspirar a cargos gerenciales, ejecutivos o políticos, solo por el simple hecho de haber estudiado en una universidad privada de renombre. ¿Será acaso que la educación esta siendo elitista o es elitista? ¿Acaso la educación de calidad se compra?.



Rousseau y la Educación.
         Unos de los personajes que se vio influido sumamente por la época de la ilustración fue Juan Jacobo Rousseau, pero a excepción, de los filósofos de la ilustración quienes tenían en la razón la supremacía, Rousseau ante pone el sentimiento ante la razón, para el al relación entre sentimiento y experiencia no es menos estrecha que la de conocimiento y experiencia.
Para Rousseau un aspecto muy importante es de no acelerar el proceso natural de maduración en el educando, ya que al perturbarlo, podremos dañar el proceso de la educación natural, a esto le denomina proceso inactivo.
Rousseau consideró que en el mundo que se estaba configurando los hombres deberían abandonar su papel de siervos para convertirse en ciudadanos libres, dueños de su destino y detentadores de la soberanía.
Uno de los precursores importantes con quien coincide  Rousseau es Aristóteles, ya que Rousseau consideraba a la educación como el camino idóneo para formar ciudadanos libres conscientes de sus derechos y deberes en el nuevo mundo que se estaba gestando. Pero él se dio cuenta de que el sistema educativo imperante era incapaz de llevar a cabo esta labor.
De aquí nace una pregunta ¿En qué consiste la originalidad de Rousseau en materia de educación?, suscita abundantes respuestas que hay que pasar por el tamiz de la crítica. Rousseau, iniciador de una “revolución copernicana”, habría situado al niño en el centro del proceso educativo. A ello ha contribuido en gran medida el Emilio, pero conviene recordar que, tras un largo período de indiferencia, el interés por el niño era propio de la época y hasta tendía a convertirse en una moda: moralistas, administradores y médicos utilizaban toda clase de argumentos para incitar a las madres a preocuparse por su prole, empezando por darle el pecho. Rousseau participa en el desarrollo de este “sentimiento de la infancia”. Pero también reacciona contra la complacencia inconsiderada del adulto hacia quien tendería a convertirse en el centro del mundo: aunque deba rechazarse la imagen del niño como fruto del pecado, tampoco se deben divinizar sus deseos.        
En su obra más exitosa titulado Emilio[7] (1762), en la cual expone criterios pedagógicos, aplicados justamente aun niño llamado Emilio, que nos lleva a través de las diferentes etapas de la vida de este personaje y de cómo es que va adquiriendo el conocimiento, nos dice que hay tres tipos de educación, la educación de la naturaleza, le educación de las cosas y la educación de los hombres, aunque la educación de los hombres se excluye por que es imposible de controlar. Consecuentemente en Emilio define los nuevos fundamentos para una pedagogía renovada, acorde a los nuevos tiempos. Emilio es el resultado de la revisión de la pedagogía tradicional desde la óptica renovadora del pensamiento de la Ilustración.
En Emilio, Rousseau establece las características de la educación para una sociedad integrada por ciudadanos libres, que participan y deliberan sobre la organización de la comunidad y los asuntos públicos: las ideas centrales de Rousseau son una respuesta a la necesidad de formar un nuevo hombre para una nueva sociedad.
Uno de los principales aportes que realizó Rousseau fue señalar que el niño es un ser sustancialmente distinto al adulto y sujeto a sus propias leyes y evolución; el niño no es un animal ni un hombre, es un niño.
A partir de esta idea Rousseau señala la necesidad de replantear los métodos de enseñanza imperantes que consideran al niño como si fuera un adulto más, asumiendo con ello que comparten intereses, habilidades, necesidades y capacidades.
Rousseau señala que desconocer las diferencias fundamentales entre el niño y el adulto conlleva a que los educadores cometan dos errores:
  • Atribuirle al niño conocimientos que no posee, lo que deriva que se razone o se discuta con él "cosas que no está capacitado para comprender e incluso con razonamientos incomprensibles para el niño" Para Rousseau el niño es aún incapaz de emplear la razón.
  • Inducir a que el niño aprenda a partir de motivaciones que le son indiferentes o inteligibles.
El proceso educativo debe de partir del entendimiento de la naturaleza del niño, del conocimiento de sus intereses y características particulares. Así debe reconocerse que el niño conoce el mundo exterior de manera natural haciendo uso de sus sentidos, consecuentemente es erróneo hacerlo conocer el mundo en esta etapa a partir de explicaciones o libros.
Asumiendo que por medio de las sensaciones el niño conoce el mundo que lo rodea, se define a la observación y la experimentación como el camino por el cual el niño inicia la aprehensión del mundo que le rodea. La interacción con el mundo físico por medio de los juegos es una de las maneras en las que el niño comienza a conocer.
A través de estas prácticas el niño sería capaz de desarrollar el sentido del discernimiento, cualidad que le permite al niño diferenciar entre él yo y el mundo que le rodea y encontrar las diferencias y las regularidades existentes. Para Rousseau desarrollar en esta etapa este sentido de discernimiento es lo más importante, más importante que la acumulación de conocimientos.
Para Rousseau la educación debe de adecuarse a cada una de las etapas de desarrollo del niño; los contenidos y objetivos de la educación deben trazarse a partir de los intereses y motivaciones del alumno acorde a su etapa de desarrollo. Esta postura conducirá a que el alumno sienta realmente aprecio en interés por el proceso educativo al no ser este ajeno a su situación.
Con Emilio Rousseau establece tres postulados que deben guiar a la acción educativa:
  • Considerar los intereses y capacidades del niño
  • Estimular en el niño el deseo de aprender
  • Analizar qué y cuándo debe enseñarse al niño en función de su etapa de desarrollo
El pensamiento de Rousseau contenido en Emilio intenta socavar la educación tradicional que en esos tiempos predominaba, una educación en la que al niño: "le acostumbráis a que siempre se deje guiar; a que no sea otra cosa más que una máquina en manos ajenas. Queréis que sea dócil cuando es pequeño y eso es querer que sea crédulo y embaucado cuando sea mayor"[8]
En otras palabras, la idea de educación, lejos de dar lugar a una nueva ideología, no cesa de arraigarse en la condición contradictoria del hombre. La obra de Rousseau y, sobre todo, el Emilio, es efectivamente un punto donde se enfrentan las grandes corrientes y contracorrientes de la época, las mismas que no han cesado de labrar en profundidad el pensamiento desde sus orígenes.
Rousseau sigue siendo un hijo del Siglo de la Luces, pero el racionalismo convive abiertamente en él con su adversario de siempre, ese contra el cual Platón y Descartes habían erigido su sistema de pensamiento: el yo sensible que afirma su propia verdad en la autenticidad de una existencia coherente consigo misma. Así, la educación será para Rousseau el arte de organizar los contrarios en la perspectiva del desarrollo de la libertad autónoma.
Consideremos, por ejemplo, el problema de la libertad y de la autoridad, Rousseau critica de entrada toda forma de educación fundada sobre el principio de autoridad que someta la voluntad del niño a la de su maestro. ¿Hay que dejar pues al niño a su propio albedrío? Ello supondría, siendo el mundo lo que es, un fatal error que comprometería su desarrollo: si el yo sensible quiere acceder a la conciencia autónoma, tiene que chocar con la realidad, y sería pura ilusión recrear alrededor del niño una forma de paraíso, forzosamente artificial, en el que su deseo se realizara plenamente: parecería “seguir a la naturaleza”, pero en realidad, sólo seguiría a la opinión. Como muestra el desarrollo del héroe epónimo, hay que conquistar al contrario su libertad y su autonomía personal más allá del encuentro conflictivo con la dura realidad del mundo, con la realidad del otro, con la realidad de la sociedad. Y es entonces cuando el educador recobra un papel decisivo permitiendo la experiencia formadora, acompañando al niño a lo largo de todo su itinerario lleno de pruebas y de escollos, y sobre todo, brindándole un estímulo esencial en el momento en que debe esforzarse por reconstituirse tras la ruptura de su deseo. El arte del pedagogo consistirá en actuar de manera tal que su voluntad no suplante nunca la del niño.
Consideremos ahora el encuentro entre conocimiento y experiencia. Se trata de afrontar también aquí una situación contradictoria. Si bien es cierto que el conocimiento quita a la experiencia espontaneidad e imprevisibilidad, no lo es menos que resulta vital para el hombre comprometido en este mundo de intereses y de cálculos. La enseñanza sigue siendo pues esencial.
Pero la pura y simple transmisión del saber que se necesita para vivir en sociedad puede originar una alienación en el individuo; si la ciencia libera al hombre, puede también encerrarlo en un nuevo tipo de conformismo intelectual. Es necesario pues organizar la transmisión del conocimiento de manera que el propio niño se encargue de esa tarea; en esa etapa donde se impone una pedagogía que no sea un simple proceso de adaptación del “mensaje” a un “receptor”, sino que se base en el sentido mismo del saber con respecto al interés que cada uno tiene al recibirlo.
Así pues, la sociedad necesita ahora crear en su seno un entorno pedagógico que favorezca, por medio de una acción adecuada a los fines perseguidos, el acceso de cada uno a la libertad autónoma. Pensamos en seguida en la escuela, pero el propósito de Rousseau va más allá de los límites de la institución escolar o familiar y, de una manera general, de la institución social, para buscar una forma de acción que permita que el hombre sea liberado a pesar de la mutilación que la sociedad produce en su yo sensible.
        




Conclusión.
No cabe duda  que hablar de educación sobre el hombre es muy complejo debido a que la instrucción no es algo que se encuentre ya establecido o que tenga que seguir ciertos pasos para llegar a ella, si no por el contrario nos hemos dado cuenta que conforme a evolucionado el hombre a través de la historia de igual manera ha hecho su parte la educación, no se puede tener al hombre sin la educación ni la educación sin el hombre, son el binomio perfecto para el progreso de toda sociedad para la supervivencia de la humanidad ya que gracias a esta ha podido hacerse del conocimiento un instrumento para explicar algunos fenómenos como lo hizo Isaac Newton. La educación ha sufrido varias transformaciones de acuerdo a la época en que se ha desarrollado debido a las corrientes filosóficas como la época de la ilustración, el positivismo, el constructivismo, el humanismo, etc., que de laguna u otra manera han hecho su aportación a la educación tal fue el caso de Juan Jacobo Rousseau quien realizo algunas aportaciones durante la época de la ilustración o también llamada “el siglo de las luces”, las cuales, solo por mencionar algunas son: El autor le otorga una gran importancia a la educación integral del niño en un entorno natural y libre en el que la actividad física será una de las herramientas más importantes a través de la cual podrá acceder al entorno que le rodea a través de los sentidos, de la exploración y experimentación que le permitirán formarse como un hombre libre, resistente y sabio ante la sociedad, el amor propio y amor al prójimo, la razón y la libertad las cuales toma como características del hombre natural, considerando que debe surgir del libre desenvolvimiento de su ser, de sus propias aptitudes y de sus naturales tendencias.
Puede ser que esa tendencia pedagógica en donde resalta que el individualismo es la única forma para llegar al conocimiento no sea vigente, puesto que en la actualidad la directriz pedagógica hace hincapié en que la educación debe ser colaborativa es decir que el individuo a través de la interacción con sus semejantes y su entorno  adquiera un mejor conocimiento en donde los esfuerzos de un colectivo dará un mejor resultado en comparación al individualismo como lo plantea Rousseau.
Es por esto que considero que cada corriente educativa o pedagógica fue útil es su época pero estas se fueron transformando de acuerdo a las necesidades y las circunstancias que al hombre lo han hecho evolucionar en pro de la búsqueda de la verdad y el arraigo de una ideología en la cual él se sienta satisfecho y protegido, la educación no está enlazada permanentemente con alguna  tendencia o ideología pedagógica puesto que al igual que el hombre ese encuentra en un constante cambio.   


[1] Gran Diccionario Enciclopédico Ilustrado de Readers Digest, pág. 145.
[2] Ibid. pág. 186
[3] Características Generales de la Ilustración, tomado: http://thales.cica.es/rd/Recursos/rd99/ed99-0314-01/ilustra.htm
[4] ABBAGNANO. Nicola, Visalberghi, A. Historia de la pedagogía, pág.253.
[5] Ibíd., pág. 255.
[6] Ibíd., pág. 263.
[7] Ibíd., pág. 270.
[8] Rousseau, Un pensador singular, tomado: http://www.nodo50.org/arevolucionaria/masarticulos/enero2003/rousseau.htm

1 comentario:

  1. Espero y sea del agrado e interés de todos los que gustan de leer sobre historia de la pedagogía.

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